Dónde recurrir ante la violencia de género

Esta entrada del blog trata sobre cómo actuar si estás sufriendo violencia de género: qué hacer y dónde recurrir. En lo que llevamos de año, la violencia de género se ha incrementado gravemente y se ha cobrado la vida de mujeres de todas las edades, incluyendo la infancia.

Si estás en inmersa en una situación de violencia es posible que te cueste reconocerlo. No es fácil asumir que estás sufriendo un mal trato de la persona que lo que debería hacer es darte un buen trato, darte amor y cariño. Porque eso es lo que queremos cuando tenemos una relación de pareja: queremos que nos apoye en las dificultades, que nos anime si estamos tristes, que exprese su amor y cariño hacia nosotros, que nos haga sentir queridas y apoyadas. Sin embargo,  esto no es siempre así, es posible que tu pareja esté utilizando la violencia contigo: puede que te humille con frecuencia o que te insulte, que te controle, que te prohíba hacer cosas o que te obligue a hacer otras que no quieres hacer... Ya sabes, la violencia no siempre es física, aunque también es posible que puedas estar sufriendo agresiones como empujones, tortazos, quemaduras, golpes… La violencia puede ser de diferente tipo (psicológica, sexual, económica, física, ciberviolencia…) pero el fin es el mismo: dominar, controlar…

Si estás sufriendo una relación tóxica de este tipo y tu pareja te trata mal, quiero decirte que no estás sola, que hay personas que te van a ayudar a salir de todo esto. Si decides empezar a actuar comienza por contar tu situación, lo que te está pasando, a personas de tu confianza, que sepas que te van a comprender y a acompañar. Puede ser un amigo/a, un familiar o un profesional: puede ser tu orientador/a del instituto, tu médico, la trabajadora social del Ayuntamiento... Si no corres peligro inminente, puedes asesorarte bien antes de actuar, hacer una planificación. Pero si crees que corres peligro tú  o tus hijos/as, entonces debes actuar con rapidez.  Si tienes dudas sobre cuánto de peligrosa es tu situación hazte esta pregunta: si esto le pasara a una amiga, ¿qué le dirías? si la respuesta es que está en peligro entonces ya te has respondido a ti misma. En cualquier caso, puedes asegurarte de otras formas. Por ejemplo, llamando al 016, es un teléfono especializado donde te atienden psicólogos/as y otras personas especializadas y formadas en esto. Ya sabes que es gratuito, que no deja rastro en cuanto a llamada realizada, te informarán sobre qué hacer, sobre tus derechos, los recursos disponibles y el asesoramiento jurídico. También tienes la opción de ser atendida psicológicamente de urgencia, mediante el Proyecto Pilar que es activado por un profesional, desde la Guardia Civil, los SS, centros de Salud, 016, etc. Todos ellos pueden llamar para solicitar esta atención psicológica de urgencia. Por otro lado, también existen los Puntos de Atención Psicológica para un tratamiento más extenso. El más cercano a Azuaga se encuentra en Llerena, en el centro de salud. También puedes recurrir a la red, a Internet. En la web de la Junta de Extremadura, en el apartado sobre Mujer e Igualdad puedes ver todos los recursos de Extremadura. Allí puedes encontrar un documento que puedes descargarte con todos los pasos a seguir si has sufrido alguna agresión machista por parte de tu pareja. Lo habitual es que sea difícil dar el paso, pero debes romper el círculo de maltrato y dejar la relación. Sea como sea, no te justifiques la violencia que él ejerce sobre ti: tú no provocas ni eres culpable de la violencia. No hay ninguna razón que la justifique. Piensa que en un ambiente de violencia nunca serás feliz, ni tus hij@s tampoco.

Otras formas de ser hombre o Masculinidades No Violentas

 Aunque hace un tiempo que publicamos la última entrada sobre masculinidades, no por ello estamos menos ocupados en el tema. Ya vimos que lo de ser un "machote" (masculinidad hegemónica) no siempre es ventajoso y que, de hecho, tiene desventajas, tanto para los chicos como para las chicas. 

Para refrescar memorias... Los aspectos clave de la masculinidad tradicional se basan en:

Así es que si, por ejemplo, un chico quiere hacer algo que tradicionalmente es considerado como típico de chicas, se puede encontrar con que le van a poner pegas para que no lo haga. Esas pegas pueden ser de muchas formas: que ridiculicen la actividad o a él mismo, que le prohíban hacerla o le boicoteen para que no la lleve a cabo. Si has visto la peli de Billy Elliot, esto es lo que le sucede cuando quiere llegar a ser un bailarín de ballet...

Te dejo algunas reflexiones sobre la masculinidad tradicional y sus consecuencias:

Si ya has llegado hasta aquí te preguntarás si existen otras formas de ser hombre y, la respuesta es... SÍ.  

La masculinidad no violenta implica lo siguiente:

Te dejo el vídeo de PSICOWOMAN y Roy Galán sobre cómo desmontar masculinidades, por si te ayuda a profundizar en todo esto...

Y, cómo no, si quieres ampliar tu masculinidad, te animo a que escuches los últimos podcasts de Marte y Venus son historia en Radio Azuaga FM.

Masculinidades... O cómo replantearse lo de ser un "machote"

 Masculinidad... ¡qué palabra! Básicamente viene a definir lo que pasa (el proceso) para llegar a ser "hombre".  Como ya te puedes imaginar, existen muchas formas de ser hombre y, por tanto, se habla de “masculinidades”. En esta entrada nos vamos a centrar en la tradicional, en esa que te viene a la mente cuando oyes la palabra "machote" (modelo masculino tradicional).

La masculinidad es un fenómeno cultural, pues las características van a cambiar mucho dependiendo de la sociedad o cultura a la que mires. No es un proceso biológico. Lo biológico tiene que ver con sexo y lo social con género. Y, en este punto, te recomendamos que refresques la diferencia que existe entre sexo y género para tenerlo más claro... 

Para comenzar con esto de la masculinidad tradicional, también llamada "hegemónica", puedes ver el vídeo del youtuber Tigrillo (te advierto que habla muy, muy rápido, y que lo habla en relación a los hombres en la política)...

... O puedes leerlo en el párrafo siguiente. 

El término "masculinidad hegemónica", la predominante o tradicional,  se basa en las siguientes características para ser hombre:

1. poder-dominación sobre las mujeres y sobre otros hombres (con la contradicción precisamente de que muchos hombres no experimentan que sean poderosos, sino lo contrario);
2. necesidad de demostrar la 'hombría';
3. la violencia como forma de resolver conflictos;
4. la fuerza física;
5. la no expresión de las emociones (te sonará eso de “un hombre no llora”);
6. el endurecimiento como forma de afirmación masculina;
7. pasar por “rituales” que le convierten en “hombre”;
8. la agresividad;
9. la competitividad;
10. el mito del ganador: hacer, lograr, actuar...;
11. el control (de las situaciones, las emociones, etc.).

Tal y como dice Elisabeth Badinter sobre la identidad masculina: “XY es la fórmula cromosómica del hombre; si no se producen accidentes de trayectoria, ambos cromosomas desencadenan los mecanismos de la diferenciación sexual que hacen que un hombre no sea una mujer”. Y en eso precisamente se basa el ingrediente principal de la construcción de la masculinidad tradicional: en ser de todo menos ser mujer, es decir, diferenciarse en todo lo posible del “ser femenino”.

Puedes pensar que esto no es algo malo, al contrario, porque puedes sentirte poderoso y con privilegios frente a las mujeres pero, realmente sí que tiene consecuencias negativas. Algunas de ellas son:

• El 95% de los homicidios del planeta son cometidos por hombres (ONU, 2013), el 93’2% de las personas en prisión son hombres (WPL, Universidad de Londres, 2018), el 75% de los suicidios son llevados a cabo por hombres (600.000 cada año)… Son ejemplos que reflejan una realidad objetiva que indica que “la violencia es cosa de hombres”. Para saber más sobre esto, puedes leer el blog de Miguel Lorente. 
• Aunque son más los hombres que se suicidan, las mujeres presentan porcentajes más altos de depresión. Esto, según los psicólogos americanos, muestra el silencio emocional en el que viven los hombres por un mandato social mal entendido y poco cuestionado. Se habla, claro, de una masculinidad tóxica en la que tras 40 años de investigación desde la APA queda enredada en conceptos como el estoicismo, la dominación, la agresividad, la competitividad o el sexismo. Más sobre esto en el artículo de La Vanguardia.

Para más info sobre esto, te aconsejamos que veas "Despatriarcando masculinidades", de la colección Rebeldes de Género.

Los hombres son criados y educados bajo un mismo modelo de varón, el de “masculinidad hegemónica”. Si no te lo crees, mira este vídeo con 33 frases que los hombres escuchan a lo largo de su vida y verás como te suena más de una. ¿Tienes otras frases o mandatos que te hayan dicho y no aparezcan en el vídeo? Ponla en comentarios.

Ciberviolencia de género

El 25 de Noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o violencia de género cuyo origen puedes leer aquí. Con motivo de este día, desde Marte y Venus son historia, profundizaremos en un tipo de violencia que está siendo cada vez más frecuente, la ciberviolencia de género o violencia de género 2.0.

La Ciberviolencia de género es aquella violencia desarrollada frente a la mujer que se sustancia en el mundo virtual, utilizando las nuevas tecnologías como medio paran ejercer daño o dominio (Estébanez, 2013).

En el estudio que realizamos el año pasado entre las y los jóvenes de Azuaga, se detectó que un 25% de las chicas habían sufrido este tipo de violencia de género. En el gráfico aparecen los tipos de violencia sufridos por ellas y te puede dar una idea sobre los que hay en general. Aquí tienes una lista para identificarlos:

• Acceder a las cuentas de la víctima sin su permiso. Te aconsejo que veas este corto en el que Javi le pide la contraseña del móvil a su novia.
  
  
• Controlar toda la actividad de la víctima en redes sociales o en diferentes páginas de internet.
• Espiar el móvil o cualquier dispositivo de otras personas.
• Usurpar la identidad de la víctima, haciéndose pasar por la misma en diferentes lugares de la red.
• Prohibir a la víctima la utilización de diferentes redes sociales u herramientas cibernéticas.
• Prohibir a la víctima la publicación de determinados contenidos en internet. 
• Enviar amenazas, insultos o contenido desagradable a la víctima. 
• Acosar a la víctima, persiguiéndole a través de todos los sitios web que regenta habitualmente. 
• Hacer comentarios ofensivos de manera pública contra el sexo opuesto o contra una persona o colectivo en particular. 
• A través del envío de imágenes comprometidas de la víctima, las cuales podrían haber sido enviadas voluntariamente por la misma (sexting). 
• Sextorsión: chantajear a la víctima para que le envíe imágenes comprometidas o un encuentro físico a cambio de no difundir sus imágenes.
• Inducir al abandono del domicilio a menores a través de Internet.
• Inducir al suicidio a través de Internet.
• Grooming y delitos relativos a la corrupción y prostitución de menores.

El "chico guapo de historia" te lo explica en este vídeo... 

Cuando se aborda la violencia de género en internet se hace únicamente desde la óptica de las relaciones afectivas, ya sea por parte de parejas actuales y más ampliamente por parte de exparejas cuando la relación ha terminado, “el ciberacoso en tanto que violencia de género [...] tiene como objetivo la dominación, la discriminación y, en definitiva, el abuso de la posición de poder donde el hombre acosador tiene o ha tenido alguna relación afectiva o de pareja con la mujer acosada” (Torres, 2013:27). Recordemos   que   el  objetivo   central   de   la  violencia   de   género   es   el controlar,   crear   dependencia,  aislar   e   inhabilitar   la   capacidad   de autonomía de las mujeres (Rogers, et al., 1996). Por ello, las redes sociales y los nuevos espacios virtuales proporcionan a agresores y acosadores un nuevo campo de acción con nuevas posibilidades y facilidades.

Un estudio realizado en El País Vasco por Estébanez y Vázquez en 2013 pone de manifiesto que "las chicas son contactadas por el único motivo de ser chicas. El hecho de ser chica se constituye en un elemento de riesgo en las redes sociales, ser chica es el motivo por el que hombres desconocidos o conocidos, mayores o de su edad, se permiten el derecho de enviar mensajes, intentar conseguir sus fotografías o vigilar sus perfiles en busca de informaciones íntimas. En este mismo  estudio  se concluye que esta conducta de acoso ha generado en las chicas una respuesta inmediata, ya sea a través de borrar o no aceptar, pero no una mayor conciencia de lo que es la violencia machista. Aunque reconocen vivir estas situaciones a menudo no por ello son  más  conscientes  de  que esta  es una forma  de  expresión de la desigualdad en el uso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías, parece que las sitúan más como una molestia «propia » de las redes."

Tendemos  a  decir  que  Internet  ha  cambiado  el  mundo,  pero  quizá  sólo haya cambiado su representación. Las redes sociales no han creado a personas curiosas por conocer vidas ajenas, tampoco a exhibicionistas. Ahora, el mundo está en la red, pero este apenas ha cambiado. La  violencia  de  género  ha  encontrado  en  Internet  un  nuevo  espacio  para  desarrollarse.  No  podemos  diferenciar  entre  la  violencia  de  género  tradicional (1.0) y la violencia que se sufre en la red (2.0) porque puede que  acabemos  creando  una  jerarquía  de  violencias.  Si  te  insultan  por  la  calle  es  violencia  real.  ¿Si  te  insultan  por  Internet  es  violencia  2.0?  No.  No  hay  una  jerarquía  de  violencias.  Se  trata  de  la  misma,  pero  ahora  también a través de Internet. Sin embargo, la red también es un espacio de resistencia para las mujeres y para todas esas identidades que han sido tradicionalmente machacadas por el sistema heteropatriarcal (Andrea Momoitio San Martín).

No te pierdas el vídeo que hemos elaborado sobre este tema: 

 Algunos recursos sobre ciberviolencia de género en los que nos hemos fijado para hacer esta entrada:

• Guía de sensibilización, prevención y actuación ante las violencias de género 2.0
• Pantallas amigas: ciberviolencia de género.
• Ciberintocables y violencia de género. 
• IX Jornadas  Gredi Dona sobre Violencias de Género 2.0.
• Protocolo de Detección e Intervención en la Atención a Víctimas de Ciberdelincuencia de Género (Junta de Andalucía).

Y... ¡no te pierdas nuestro programa de radio sobre Civerviolencia de género! 
Puedes escucharlo en los podcast de Radio Azuaga FM, AQUÍ

Des-romantizando el amor

 ¿Des-romantizar el amor? Te puede sonar raro pero, sí, justo de eso va esta entrada, del amor romántico y de los PELIGROS que trae cuando se cree en él. 

Cuando hablamos de AMOR ROMÁNTICO nos referimos a:

• Un conjunto de mitos que nos hacen creer que el amor más importante, verdadero y puro es el amor de pareja.
• Se basa en la pareja monógama y heterosexual, en la institución matrimonial y en la familia nuclear.

Películas (especialmente de Disney), anuncios de juguetes, canciones... A través de ellos aprendemos distintas formas de ser y estar en el mundo en función de si eres chica o si eres chico.

Las niñas aprenden que el amor es el centro de la vida de cualquier mujer. Lo que ven desde bien pequeñas es que siempre hay un príncipe azul que salva a la chica, que lo importante es agradar y complacer a otros. Reciben piropos del tipo "que niña más guapa", o  bonita, o encantadora, o buena... Se las instruye en la búsqueda de su media naranja que la hará feliz para siempre, sólo ha de estar y ser para él, da igual cómo se comporte, da igual si le hace sufrir, el mensaje que recibe ella es que "por amor debes aguantarlo todo". 

Por el contrario, los niños son educados para que el amor no sea el centro de sus vidas y ponen el amor al mismo nivel que otros afectos. Los chicos reciben mensajes dirigidos valorar su libertad y a defenderla. Para ellos enamorarse es perder la libertad, motivo por el que evitan relaciones profundas y ser así sometidos por una mujer a través del amor.

Los niños aprenden pronto que cuanto más sufre una mujer por ellos, más dependiente es de ellos, y más poder tienen sobre ellas. Así que intentan tener a cuantas más mujeres enamoradas sea posible, porque además el número de enamoradas aumenta su status y su virilidad.

En el mito del amor romántico, para las mujeres el amor es el paraíso, para los hombres es una guerra, y los hombres no quieren perder ninguna batalla.

El amor romántico genera expectativas diferentes para mujeres, que buscarán hombres fuertes que las protejan, y los hombres, que buscarán mujeres débiles a las que proteger y demostrar su fortaleza. Así surgirán relaciones que perpetuarán los roles de género tradicionales y las relaciones de pareja basadas en la dominación–sumisión.

Los mitos que se transmiten con el amor romántico son creencias compartidas por la sociedad que no son verdaderas. Unas creencias, como el mito de la media naranja, la compatibilidad de amor y maltrato, los celos como muestra de amor o que los polos opuestos se atraen... todas ellas contribuyen a a crear una idea nociva de amor que genera violencia y, por tanto, sufrimiento. 

Escucha nuestro programa sobre este tema AQUÍ.

El vídeo de Elsa Punset para BBVA Aprendemos Juntos aporta reflexiones sobre el amor romántico que merece la pena escuchar.

¿Son los celos una expresión de amor?

¿SABÍAS QUE….?

Según un estudio, uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 29 años considera inevitable o aceptable controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o amistades, no permitirles que trabajen o estudien o… decirles lo que pueden o no pueden hacer… 

Además, el 73% de los adolescentes ha escuchado alguna vez decir que “los celos son una expresión de amor” …  Pero ¿crees que esto es verdad?... ¿Crees que porque tu chicx sea más celosx está más enamoradx? ¿Sientes lo mismo cuando piensas en términos de “amor” que cuando piensas en términos de “celos”? Seguro que no, porque amor y celos no son lo mismo. Si fuesen lo mismo no existirían dos palabras, si fuesen lo mismo sentiríamos lo mismo, si fuesen lo mismo no asociaríamos cada una de esas palabras a sentimientos diferentes, incluso a colores diferentes: ¿qué colores y sentimientos te llegan cuando piensas en el AMOR? Y, ¿cuándo piensas en los CELOS? ¿A qué suelen ser más agradables y placenteros los que te surgen con el amor?

Lo cierto es que los celos no son una muestra de amor… más bien una muestra de inseguridad, miedo y desconfianza y quizás no hacia la otra persona… sino hacia nosotros mismos.

Los celos aparecen cuando la persona tiene un bajo nivel de autoestima y tiene inseguridades de sí misma… De ahí surge la necesidad de posesión debido al miedo de perder a esa persona.

Puede ocurrir que haya personas que provoquen los celos, pero daña la relación porque se quiere, de manera meditada, generar preocupación a la pareja... Con el fin de que la otra persona esté pendiente de cuidar la relación, de hacer daño a su pareja (como venganza), o como signo de superioridad o poder. 

¿Podemos sacarle algo positivo a los celos? 
Cuando aparecen los celos significa que… hay algo que atender en la pareja que no está funcionando o en nosotros mismos o mismas en cuanto a nuestra autoestima, seguridad… y, por tanto, debemos actuar. Por este motivo, no podemos justificar los celos como una característica más de la persona porque entonces no vamos a actuar sobre lo que está fallando… Lo ideal es poder expresarlo con palabras de manera adecuada y tomar conciencia de nuestros miedos para poder reconstruir los celos y enriquecernos de ellos.

¿Quieres comprobar si tu relación de pareja es sana? Aquí tienes dos apps que pueden orientarte:

👉 Enrédate sin machismo 2.0

Esta aplicación está pensada para que  juegues, te diviertas y al mismo tiempo chequees tu relación de pareja. Si consigues desbloquear los tres niveles de dificultad, podrás compartir la medalla que te acredita como un tío o una tía que tiene las cosas claras en las relaciones.

👉 Pillada por ti

Podría parecer mentira, o una historieta en un lugar de una historia, o algo lejano o irreal, como si la realidad no tuviera nada que ver con los dibujos que aparecen en el cómic, no los personajes con las personas que caminan a nuestro lado, que cogen el metro o el autobús al mismo tiempo que lo hacemos nosotros o nosotras. Pero os aseguro que la historia de Olivia y Martín es verdad y que sus personajes no vienen de otro mundo ni son producto de la imaginación. Los protagonistas pueden ser cualquiera de los chicos y chicas con los que os encontráis habitualmente en el patio de o en las aulas, en la calle o en un centro comercial. Gente conocida, chicas que se quedan pilladas por chicos que al principio son muy simpáticos, pero que después se creen dueños de ellas, que consideran que son suya, algo que les pertenece... y dejan de ser simpáticos para volverse violentos...

Y, para terminar esta entrada, te dejamos con el vídeo del experimento social Crush to crush  realizado para la campaña de Fundación BBK en el que varios jóvenes se presentan al casting de una supuesta película de amor. Cuando el Director propone que representen una escena de celos como si éstos fueran normales en el amor, las chicas y chicos reaccionan... mira el vídeo y sabrás cómo son sus reacciones.

¿Quieres saber más sobre celos y amor? Escucha nuestro programa de radio en este podcast sobre el tema.

Presentación del blog

¡Hola! Soy el blog Marte y Venus son historia. El origen de mi nombre tiene que ver con los símbolos masculino y femenino y que sueles ver en las puertas de los baños o en otros sitios para diferenciar lo que es para las chicas y lo que es para los chicos. ¿Te refresco la memoria?

Ya sabes, el azul es el de los chicos y el rosa… ¡pues eso!

El origen de estos símbolos resulta curioso y también machista:

El símbolo femenino representa a la diosa Venus con un espejo de mano. Dicen que, en la antigüedad, mientras los hombres salían a cazar, las mujeres se quedaban en casa arreglándose.

El símbolo masculino representa al dios Marte con un escudo y una lanza. Ya sabes, por lo de salir a cazar para buscar alimento o ir a la guerra.

Pero, ¿por qué ellas Venus y ellos Marte?

Pues porque Venus es la diosa romana del amor y Marte es el dios de la guerra.

Tradicionalmente, lo femenino y lo masculino siempre se han definido por oposición: lo frágil contra lo fuerte o lo místico contra lo aventurero.

Pero, ¿es realmente así? ¿O es la sociedad la que marca cómo te comportas si eres hombre o si eres mujer? ¿Hay una única forma de ser para los hombres y otra para las mujeres?

¿Qué hay de malo en que un hombre lea novelas románticas y llore en público? ¿Es por eso menos hombre, en serio? ¿Y una mujer no puede pertenecer al ejército e ir a la guerra? Pues eso, que ni las mujeres somos de Venus ni los hombres son de Marte.

En el siglo XXI, Marte y Venus ya son historia y es lo que este blog se propone desmontar. Para muestra, fíjate en cómo han ido cambiando los símbolos que veías más arriba para dar respuesta a distintas opciones:

Desde este blog, trataremos de esos estereotipos que nos encorsetan dentro del molde de Marte o de Venus, de lo masculino o de lo femenino.

También de las creencias y prejuicios que sustentan esos moldes; de cómo se van formando desde que nacemos lo que llamamos masculinidad y femineidad.

Y, cómo no, de las consecuencias de todo esto. La más grave de ellas es la de favorecer la violencia de género. Recordemos que la violencia de género es la que se ejerce sobre la mujer por el hecho de ser mujer, y sobre ella trataremos: de los distintos tipos que hay, de los recursos para acudir, y de cómo identificarla desde ambas perspectivas, desde el que la ejerce y desde la que la sufre.

Pero, no estoy solo, también tengo programa de radio, en Radio Azuaga FM, que se emite el último lunes de cada mes a las 11:30.

Por cierto, ¿te he dicho que también puedes seguirme en las redes sociales? ¿Y que no te cortes en difundir y compartir?

No puedo finalizar esta entrada sin decirte que también puedes participar, es más, me encantaría que lo hicieras, solx o con tus amigxs. Puedes compartir información que sea de interés, vídeos, opiniones y lo que se te ocurra.  Escríbeme a marteyvenussonhistoria@gmail.com